Cuando el fotógrafo de vida silvestre Kevin Ebi escuchó la llamada del águila calva, supo exactamente lo que estaba a punto de suceder.
Ebi ha pasado años fotografiando la vida silvestre en el noroeste del Pacífico, y obtuvo una amplia experiencia en águilas calvas mientras trabajaba en su libro Year of the Eagle . Pero eran zorros lo que esperaba fotografiar cuando estuvo en el Parque Histórico Nacional de la Isla de San Juan en el estado de Washington el sábado pasado. En esta época del año, a menudo se pueden ver zorros jóvenes en la región.
A medida que el día se acercaba al final de la tarde, uno de esos jóvenes zorros correteó por un campo abierto con un conejo, recién capturado, colgando de sus fauces.
Al lanzarse en picado desde arriba, un águila joven se abalanzó repentinamente, envolvió sus garras alrededor del conejo y lo levantó en el aire, con el zorro todavía a cuestas.
“Pensé que el águila asustaría al zorro para que dejara caer su cena”, dice Ebi. Sin embargo, por solo unos segundos, el zorro se aferró firmemente antes de que lo arrojaran al suelo.
Para un fotógrafo profesional de vida silvestre como Ebi, sabía que era el tipo de escena dramática que pocos tienen la oportunidad de capturar. Desde el momento en que escuchó el chillido del águila sobre su cabeza, tuvo su lente apuntando al zorro y su dedo apretó el botón del obturador.
“No sé si volveré a ver algo tan dramático”, añade.
parásitos voladores
Su secuencia de fotos no solo captura una escena dramática, sino que también muestra un ejemplo de cleptoparasitismo .
El término, al que a veces también se hace referencia como piratería, no es exclusivo de las águilas calvas, se ve en muchos animales, desde mamíferos hasta moluscos, pero las águilas calvas se han hecho un nombre al hacerlo. Benjamin Franklin escribió en una carta a su hija que no estaba loco por la elección del águila calva como símbolo nacional debido a la reputación del ave de robar comida a otros animales. (También señaló que el pavo es “un ave mucho más respetable”).
El bombardeo en picado es una táctica de caza típica que emplean las águilas calvas. Es efectivo en zorros pequeños y en otras aves grandes. Se han visto águilas abalanzándose para robar comida de las águilas pescadoras que transportan salmón. También roban a otras águilas.
“Están pensando en conseguir alimentos mientras gastan la menor cantidad de calorías posible”, señala Ebi.
Inmediatamente después del incidente, Ebi fue en busca del zorro para ver si estaba herido. Sorprendentemente, dice que lo encontró sin marcas visibles y aparentemente imperturbable. Era como si nada hubiera pasado, recordó, y solo quedaban unos pocos fotogramas del ataque pirata.
Él señala: “Es una fracción de segundo de tiempo que cuenta una historia”.